¿Cuál es el punto?
Muchas veces, en la vida, pensamos demasiado, racionalizamos demasiado, indagamos demasiado; ergo, puede que nos ceguemos demasiado.
La propia vida es un espejo de lo que somos junto con lo que hacemos.
Nos vamos moldeando durante el paso del tiempo, sea con consciencia o sin ella (aquí intervendrían otros factores), pero lo que está claro, es que nuestra propia persona escoge y elige la forma que más nos lleva de forma interna, es decir, lo que realmente somos (innata ¿quiza? o ¿innata adaptada?).
No podemos pretender buscar el cambio de algo que no va ser, esto es, no vamos pretender que una piedra sea agua (si con procesos químicos, y aún con ellos, esa esencia es esencia de la piedra, nunca agua propiamente dicha).
Una persona es lo mismo, debemos dejar serla en su ser, aunque parezca redundante es lo natural y lo existencial del ser, se es por si mismo y no contra si mismo.
Quiero decir, se es por si mismo cuando se descubre realmente lo que somos, el trabajo de lo que somos, el proceso de lo que somos y sobre todo el conocer todo nuestro ser y nuestra propia vida, porque:
¿Alguien es contra si mismo (rara vez) o de forma negada (si existe por desgracia)?
A lo que llamo yo forma negada, es la negación del ser por el cambio irreal de la persona para conseguir "cosas" (objetivos, metas, puntos, alagos, etc....) y esto lleva a la deshumanización del ser y lo más doloroso:
¡¡¡¡Al engaño del propio ser (digo ser y podemos decir persona, caracter, mente, raciocinio de una persona).!!!!
Es aquí donde recuerdo la esencia de la piedra modificada por procesos químicos, nunca será agua y si piedra, por mucho que cambie, su naturaleza será ser piedra. (Para los idealistas, transcender; para los empiristas, ciencia; para los prácticos, trabajo y para los que buscan el mejorar, esfuerzo).
Es sin duda, la vida, la vida que marca cosas en la gente y cosas que se crean, tranforman y otras veces nacen de esas unas nuevas, cosa que es muy raro que suceda (no imposible!).
Lo dicho, demasiado pensar.
"Pensar espada, pensar enemigo, pensar gente mira, demasiado pensar; no pensar" Fragmento de la película, El Último Samurai.
La propia vida es un espejo de lo que somos junto con lo que hacemos.
Nos vamos moldeando durante el paso del tiempo, sea con consciencia o sin ella (aquí intervendrían otros factores), pero lo que está claro, es que nuestra propia persona escoge y elige la forma que más nos lleva de forma interna, es decir, lo que realmente somos (innata ¿quiza? o ¿innata adaptada?).
No podemos pretender buscar el cambio de algo que no va ser, esto es, no vamos pretender que una piedra sea agua (si con procesos químicos, y aún con ellos, esa esencia es esencia de la piedra, nunca agua propiamente dicha).
Una persona es lo mismo, debemos dejar serla en su ser, aunque parezca redundante es lo natural y lo existencial del ser, se es por si mismo y no contra si mismo.
Quiero decir, se es por si mismo cuando se descubre realmente lo que somos, el trabajo de lo que somos, el proceso de lo que somos y sobre todo el conocer todo nuestro ser y nuestra propia vida, porque:
¿Alguien es contra si mismo (rara vez) o de forma negada (si existe por desgracia)?
A lo que llamo yo forma negada, es la negación del ser por el cambio irreal de la persona para conseguir "cosas" (objetivos, metas, puntos, alagos, etc....) y esto lleva a la deshumanización del ser y lo más doloroso:
¡¡¡¡Al engaño del propio ser (digo ser y podemos decir persona, caracter, mente, raciocinio de una persona).!!!!
Es aquí donde recuerdo la esencia de la piedra modificada por procesos químicos, nunca será agua y si piedra, por mucho que cambie, su naturaleza será ser piedra. (Para los idealistas, transcender; para los empiristas, ciencia; para los prácticos, trabajo y para los que buscan el mejorar, esfuerzo).
Es sin duda, la vida, la vida que marca cosas en la gente y cosas que se crean, tranforman y otras veces nacen de esas unas nuevas, cosa que es muy raro que suceda (no imposible!).
Lo dicho, demasiado pensar.
"Pensar espada, pensar enemigo, pensar gente mira, demasiado pensar; no pensar" Fragmento de la película, El Último Samurai.
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